Se ha convertido en un auténtico problema de salud pública en todos los países desarrollados, que obliga a quienes lo sufren a engancharse a una máquina de diálisis para sobrevivir hasta la llegada de un donante, hasta poder recibir un trasplante.
Hablamos de enfermedad renal crónica (ERC), una enfermedad que por si fuera poco está asociada a mayor riesgo de deterioro cognitivo, anemia crónica, muerte por sepsis, así como enfermedad cardiovascular. Todo sin añadir los costes sustanciales de atención médica. De hecho, los estudios proyectan un aumento continuo de la carga de ERC y un crecimiento en el número de años de vida perdidos de los pacientes, de alrededor de 26 millones de euros anuales en 2016 a 52,5 millones en 2040.
«En España, 7 millones de personas sufren ya enfermedad renal»
Por este motivo, la llegada de un nuevo estudio con un importante volumen de participantes que respalda al café como un gran aliado en la salud renal es una gran noticia. Según la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón (ALCER), la mortalidad “ha crecido casi un 30% en la última década en España. De seguir su ritmo actual de crecimiento se convertirá en la segunda causa de muerte en nuestro país en pocos años”.
A nivel global, “se estima que unos 850 millones de personas en todo el mundo tienen enfermedad renal y que causa al menos 2,4 millones de muertes al año. Según los últimos estudios, más del 10% de la población adulta tiene enfermedad renal”, insiste la institución.
LAS CIFRAS
En nuestro país, “unos 7 millones de personas ya la sufren, de las que unas 60.000 están en tratamiento renal sustitutivo (TRS), es decir, requieren de hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante renal en función del estado de los riñones”, añade.
El café es una bebida de consumo común que comprende un mezcla compleja de compuestos, incluida la cafeína, ácido clorogénico y diterpenos. Estos tienen un rango de propiedades in vivo, incluyendo efectos antiinflamatorios, antioxidantes y antifibróticos. En todo el mundo, se consumen más de 2 mil millones de tazas de café diariamente y los estudios indican como sus efectos fisiológicos pueden tener una gran impacto en la salud pública. De hecho, se sabe que protege la salud del hígado, del corazón y del cerebro, así como la del corazón, y reduce el riesgo de varios tipos de cáncer.
El año pasado, en un estudio publicado en ‘American Journal of Medicine’, 8.717 sujetos con función renal normal reclutados de la cohorte del Estudio de Genoma y Epidemiología de Corea (KoGES) completaron un cuestionario de frecuencia de alimentos y el consumo de café se clasificó en 5 grupos: 0 por semana, 1 taza o de 1 a 6 tazas por semana, así como 1 o dos diarias. La edad media de los participantes era de 50,8 años y el 52,8% eran consumidores diarios de café.
Durante un seguimiento medio de 11,3 años, el 9,5% de los participantes desarrolló enfermedad renal crónica, pero la incidencia fue menor entre los consumidores diarios de café. De hecho, los propios investigadores aseguran: “Nuestros hallazgos sugieren que la ingesta diaria de café se asocia con un menor riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica”.
LOS NUEVOS DATOS
La investigación reciente, liderada por Oliver J. Kennedy, de la Universidad de Southampton (Reino Unido), y publicada en el ‘American Journal of Kidney Diseases’, sugiere que beber café puede tener un papel protector en el mantenimiento de la salud renal y podría usarse en estrategias de prevención.
Los autores incluyeron a 227.666 participantes de la cohorte del Biobanco del Reino Unido compuesta por 500.000 de 40 a 73 años. Todos los participantes proporcionaron muestras para análisis genéticos y consumo de café.
Los hábitos se determinaron al inicio del estudio a partir de un cuestionario dietético en el que se les preguntó cuántas tazas consumían cada día y qué tipo de café solían beber (café instantáneo, molido, descafeinado u otro tipo de café).
El estudio encontró una reducción del 16% en el riesgo de enfermedad renal crónica (ERC) en los participantes por cada taza adicional de café, así como una mejor tasa estimada de filtración glomerular (TFGe). Los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU recuerdan que esta medida es un examen empleado para ver el funcionamiento de los riñones. Específicamente, brinda un cálculo aproximado de la cantidad de sangre que pasa a través de los glomérulos cada minuto. Estos son los diminutos filtros en el órgano citado que se encargan de eliminar los residuos de la sangre.
Los autores del ensayo reconocen: “Este trabajo se suma a las evidentes observaciones previas que muestran el papel protector del café en la salud renal”. E insisten: “Dado el consumo generalizado de café y las intervenciones limitadas para prevenir la incidencia de ERC y la progresión, esto podría tener implicaciones significativas para la salud pública mundial en vista de la creciente carga de la enfermedad en todo el mundo”.
INVESTIGADORES BRITÁNICOS CONSTATAN EN UN ESTUDIO CON CERCA DE 230.000 PERSONAS QUE ESTE ALIMENTO SÍ PROTEGE DE LA ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA Y DE SU PROGRESIÓN, Y ALIENTAN A SU CONSUMO
Fuente: alimente.elconfidencial.com
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