Los cálculos renales son cristalizaciones minerales que se forman por el desequilibrio de iones minerales en la orina. En las últimas tres décadas se ha registrado su aumento en Estados Unidos, presumiblemente por el tipo de alimentación y el sedentarismo.
«Según el Centro Nacional de Información sobre Enfermedades Renales y Urológicas (NKUDIC, por sus siglas en inglés) casi 3 millones de personas visitan a un proveedor de atención médica y más de medio millón visitan la sala de emergencias cada año debido a problemas por cálculos renales», mencionó el doctor Joseph Mercola en un artículo para Mercola.
Él señala que hay casos en los que los cálculos son muy pequeños y saldrán por el tracto urinario sin que se detecte su presencia ni generar molestias, pero cuando son muy grandes, puede ser muy doloroso. Incluso se puede llegar a una intervención quirúrgica.
1. Beber abundante agua
Se aconseja beber la cantidad suficiente de agua para generar al menos dos litros de orina en un día. Un método para determinar si nuestro cuerpo está hidratado, es que la orina saldrá de color amarillo muy claro. Se debe tomar agua sobre todo cuando tengamos más actividad física y cuando haya altas temperaturas.
«Si está tomando multivitamínicos o suplementos que contienen vitamina B2 (riboflavina), el color de la orina será un amarillo muy brillante, casi fluorescente y esto no le permitirá usar el color para determinar su hidratación», se indicó en la publicación.
2. Nivel de magnesio en el cuerpo
«El magnesio ayuda a evitar que el calcio se combine con el oxalato, que es el tipo más común de cálculo renal», explicó Mercola. Por eso se sugiere tomar jugos verdes y consumir espinacas o acelgas y aguacate. Además, frutos secos como almendras y semillas de girasol.
3. Evitar azúcar
Este elemento fomenta la presencia de cálculos porque altera las relaciones de minerales en el cuerpo. Por eso se sugiere dejar o al menos reducir el consumo de azúcar, sobre todo en bebidas como sodas. Incluso, la de la fructosa, si los niveles de azúcar en su organismo son muy elevados.
4. Hacer ejercicio
El sedentarismo es otra causa de cálculos. Por eso es importante que tenga actividad física diaria porque eso ayuda a que los huesos liberen más calcio e incluso combate la presión arterial alta, una patología que duplica el riesgo de tener cálculos renales.
5. Consumir alimentos con calcio
«Hay evidencia de que evitar el calcio podría ser más dañino. La Escuela de Salud Pública de Harvard realizó un estudio con más de 45.000 hombres, los que consumían alimentaciones ricas en calcio tenían la mitad del riesgo de desarrollar cálculos renales que aquellos con el consumo más bajo de este mineral. Resulta que una alimentación rica en calcio bloquea la acción química que provoca la formación de cálculos. Se une a los oxalatos en el intestino, lo que evita que ambos se absorban en la sangre y se transfieran a los riñones», señaló el experto.
6. Evitar la soya sin fermentar
«La soya y los productos de soya favorecen la formación de cálculos renales en las personas propensas, ya que podrían contener niveles altos de oxalatos, que podrían unirse al calcio en los riñones para formarlos», explicó Mercola.
Él sugiere que se evite el consumo de soya sin fermentar, que está en la leche, hamburguesas, helados y tofu de soya. Aproveche los beneficios de este alimento pero fermentado, añadió
Fuente: eluniverso.com
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